Voy a hablarte de la realidad virtual y realidad aumentada en entorno BIM, o cómo interactuar con la edificación y retroalimentar el diseño antes de romper el terreno.
Todavía recuerdo mi primera experiencia con la realidad virtual. Fue en mi viaje de fin de curso del instituto a Itallia. En una sala de videjuegos vi un gran armatoste que se asemejaba a una nave espacial. Me subí en él -previo pago- y me coloqué el casco de realidad virtual. La sensación era de estar en la cabina de la nave. Mi objetivo, destruir las naves enemigas. Aunque tenía mandos y todo, al final, no recuerdo porqué, acabé disparando directamente con el casco…tampoco recuerdo cómo. En fin, de eso hace ya muchos años, y el tema ha evolucionado muchísimo. Y aún queda mucho camino por recorrer. Como siempre, las películas se adelantan a la realidad.
¿Realidad virtual o Realidad aumentada?
Si bien ambas tienen aplicación en la metodología BIM -¿BIM?-, realidad virtual y realidad aumentada son dos cosas muy diferentes, aunque estén relacionadas.
La RAE define la realidad virtual como la ‘representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema informático, que da la sensación de su existencia real’. Se basa en la creación de un entorno/objeto tridimensional compuesto por elementos modelados digitalmente.
Por su parte, la realidad aumentada consiste en añadir información digital a algo real, creando así una realidad mixta (real + digital).
En común tienen el entorno 3D, la tecnología digital y, por el momento, la necesidad de utilizar gafas o cascos para la visualización -HDM: head mounted displays-, así como mandos, guantes, etc. para interactuar.
Existen muchas ventajas del uso de estas dos potentes herramientas aplicadas al entorno BIM:
- – Sumergirse en el modelo BIM: es casi como recorrer el interior de un edificio real.
- – Facilita la detección de fallos en el diseño: arquitectónicos, estructurales…y permite cambiarlos en tiempo real -realidad virtual-.
- – Con la realidad aumentada: detección de conflictos al superponer lo virtual a lo real.
- – Simulación de procesos: evacuación, tránsito de personas…
- – Aplicación al mantenimiento y conservación de la edificación.
- – Estudio del comportamiento estructural de edificaciones sometidas a distintos esfuerzos.
- – Facilita la colaboración entre arquitectos, diseñadores, ingenieros, constructores, etc.
- – Ni que decir tiene lo que ello implica en la reducción de costes.
- – Hace más intuitivo y fácil de entender un modelo de información BIM.
Una frase que me parece representativa de las posibilidades de la integración de la realidad virtual y la realidad aumentada con BIM es la de Sue Klawans, vicepresidenta senior y directora de excelencia operacional y planificación en Gilbane Building Company -Rhode Island/USA-:
Aunque es cierto que existen muchas empresas que ofrecen sus servicios para la integración con BIM, también es cierto que uno mismo puede crear su propia realidad virtual con relativa facilidad y poco dinero. Por ejemplo, renderizando un modelo BIM con Autodesk 360 y utilizando tu móvil y las gafas Google Cardboard.
Nos leemos la semana que viene,
Agustín Sánchez Ortega